"Amanecer", Stephenie Meyer, ed. Alfaguara

Buenas, queridos amigos:

Por fin llega la Reflexión esperada, la del cuarto y último libro de la saga Crepúsculo, «Amanecer». Es el libro más voluminoso de la saga y que nos desvela los grandes misterios subyacentes en la saga, es el más intrigante y misterioso. Su lectura es rápida y sosegada, debido a que te va introduciendo cada vez más en la trama desde el primer capítulo. En este libro podemos observar como se entrelaza los dos valores: el humano y el sobrenatural, en uno solo, con lo que se produce una gran sinergia de sentimientos encontrados, ya que se produce siempre desde un lado y otro de esas dos esferas vitales, elementos que le van faltando al ser, porque todo tiene un precio. Porque vivir, tiene el precio de morir, y la inmortalidad, tiene el precio de no vivir… me explico: como solo los mortales son aquellos que mueren y participan de los sentimientos suyancentes en la vida, el inmortal, es el no mortal, por tanto no puede morir, pero no puede participar de los sentimientos subyacentes en la vida. Esto viene, porque los que hayan llegado hasta aquí, habran comprobado, que los inmortales, en este caso los vampiros, no pueden llorar, sonrojarse, en definitiva nada que cambie su status físico… algunos diran: «bueno, entonces cuando aman, sonrien, etc… ¿que es entonces eso?», la respuesta es: que ellos conservan ciertos reflejos de su pasado humano, lo que les permite amar.

Por otro lado, podriamos a entrar a considerar que como los vampiros son criaturas de hábitos cazadores, en esencia podemos decir que, rebajan su ser a los instintos más primarios entre los que estan el particular de su especie que es la «sed de sangre», lo que les provoca que deben poseer un gran autocontrol sobre las cosas para no dañar a los que estan cerca suya. Es por eso que es curiosa la familia Cullen, que ha desarrollado una curiosa dieta, que sin mantenerlos con la fuerza de la sangre humana, les mantiene por lo menos, digamos ironicamente, vivos, es curioso esto ¿Como un ser supuestamente inmortal, necesita de algo para mantener su status? curioso ¿no?. Analizando este ultimo ironico supuesto, podriamos decir, que tienen una inmortalidad parecida a la de los elfos tolkenianos, son inmortales, porque no mueren de muerte natural, pero necesitan de las necesidades básicas para vivir.

Dejando a un lado la apasionante vision que tiene Meyer sobre los seres míticos, en este caso los vampiros, indaguemos más en esta apasionante novela.

ATENCIÓN A PARTIR DE AQUÍ PUEDE ESPOLIAR A LOS LECTORES YA QUE PROCEDO A EXPLICAR GROSSO MODO LA TRAMA

Esta novela junto, con la primera, son las únicas de la saga que tienen un índice, me parece muy acertado el hecho de que dispongan de uno, la verdad, no me gustan nada los libros que no poseen índice. Es curioso como la autora, divide esta novela en tres apartados o libros, ya que nos muestra una curiosa visión, sobre dos grandes protagonista, «Bella y Jacob».

Los tres libros podriamos etiquetarlos como:

  • Momentos humanos.
  • La elección.
  • El momento crucial.

En esta novela todos los personajes cobran importancia, cosa que en los anteriores libros de la saga no pasaba, ya que la trama recaía sobre los tres personajes protagonistas, exceptuando algún momento donde participaban otros, pero en general era en esos donde estaba el peso de la trama, ahora este equilibrio en el actuar de los personajes ha provocado que la novela adquiera cierta madurez con respecto a las otras.

En este libro, podremos conocer más aun sobre los dones que poseen los vampiros, lo cual nos desvelará grandes dudas que teníamos mientras leíamos la obra. Por fín, se revelará el motivo por el cual ningún don como el de Edward, Aro, Jane, etc… afectaba a Bella, lo que nos sorprenderá a todos. Conoceremos, como existen en ese mundo mítico, más aquelarres o familias vampíricas. También, conoceremos como antes de los Vulturis, otra poderosa familia controlaba el poder supremo sobre los demás vampiros.

Hablando sobre otros seres míticos, indagaremos aun más en la historia de nuestros amigos lobos, lo cual sorprenderá nuestra concepción primitiva, ya que a priori creíamos que eran licantropos, pero en realidad lo que son es «metaformos», personas que pueden tranformarse en animales, pero como en la historia de los indios quileutes el jefe indio en lo que  se transformó fue en un lobo, es el motivo por el cual ellos también se transforman en dicho animal, pero que pudo ser cualquier otra criatura, por tanto esto nos muestra como  son diferentes a los licantropos, ya que estos si se ajustan a los canones clásicos, más o menos, donde la luna llena si les afecta, pero que la bala de plata para matarlos (supuestamente) se la inventaron los humanos para creer que podían tener alguna oportunidad contra ellos.

En cuanto a los sentimientos que trabaja esta novela sobresalen: el valor del matrimonio y la importancia de llegar pura a este; el valor de la maternidad; el valor de forjar una familia; el valor de la amistad verdadera; el valor del sacrificio por amor a los demás; el valor del tiempo.

Son una serie de sentimientos humanos, verdaderamente básicos, pero francamente olvidados por unas personas ávidas por no querer recordar cuales son los elementos importantes en la vida. La actualidad de estos valores es pasmosa, ya que lo que siempre permanece, lo que es inmutable como los valores de familia y matrimonio, nunca pasan de moda, porque no pertencen ni al tiempo ni al espacio, sino que pertecenen a la esencia del ser.

Sinceramente, una vez leida esta saga, me he parado a reflexionar sobre la inmortalidad y sus consecuencias, y he llegado a la conclusión… de que no me gustaría ser inmortal, ni aunque me lo pudieran conceder, por varias razones: el tedio que me produciría el pasar de los años, cuando estos carezcan de valor para mí, sería francamente dificil de soportar; el ver como mis seres queridos van cayendo, junto con todos los amigos que consiga en el tiempo, me producirían un dolor notable; por último, aunque la obtención de todo el conocimiento humano pueda ser apetitosa, no es comparable lo que ganas con lo que pierdes.

En definitiva, considero que el ser humano tiene un tiempo y un espacio, que estan definidos para llevar a cabo una misión trascendental concreta, y que la vida y la muerte son las dos caras de la moneda que es la esencia humana. Sinceramente, deseo poder morir cuando llegue el momento de poner fin a mis días, para poder encontrar la paz eterna y poder ser participe de la esencia de Dios.

Para finalizar, ha sido bastante grata la lectura de esta saga, está narrada con un gran sentimiento, nos muestra una nueva vision del amor, uno más juvenil, que poco a poco con el paso de los capítulos y libros va madurando, como si de un proceso natural de una persona se tratase. El tacto con el que trata los sentimientos es sinceramente bello, por otro lado es llamativo como de soslayo hay una gran inclinación hacia los valores tradicionales como: la familia, el matrimonio, la vida, la amistad, el amor verdadero (no el de cartón-piedra), y como estos constituyen un todo, muy presente en las vivencias de los personajes.

Sinceramente, es una novela que recomiendo a todos leer, ya que nos contagiará la felicidad y el amor, que manifiestan sus protagonistas, que esta fielmente calcado de como nosotros pudieramos sentirlo, lo que nos hace practicamente partícipes en la trama. Es una saga apta para los dos sexos, y critico profundamente, el hecho de que califiquen esta obra como exclusivamente para mujeres, francamente es innegable que esta ampliamente dirigida hacia el sector femenino, pero el lector masculino también podrá verse reflejado en la obra, incluso diría que una vez terminado de leer la saga, le entraran unas ganas terribles de querer aun más a su novia, como Edward ama profundamente a la suya.

Como de costumbre, aquí les dejo una frase que me gustó mucho del libro, que la disfruten:

«-No tengas miedo- le susurré-. Somos como una sola persona.

De pronto me abrumó la realidad de mis palabras. Ese momento era tan perfecto, tan auténtico. No dejaba lugar a dudas.

Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.

-Para siempre- concluyó él y después nos sumergimos suavemente en el agua profunda.»

(Conversación Bella y Edward, pag 102)

S. M. I. El Emperador